Si aceptamos que en un nivel energético las dos grandes potencias son el principio masculino y el femenino
(en algunas tradiciones se les llama yin y yang), entonces queda muy claro, después de sólo una breve reflexión que, particularmente en el mundo post-cartesiano Donde el enfoque se centra casi exclusivamente en el intelecto (masculino) en lugar de sentir (femenino), que estamos fuera de equilibrio. Si estamos fuera de balance entonces no estamos enteros.
La función de la medicina, ya sea alopática o alternativa, es curar. Es un esfuerzo noble. Lo que encontramos, sin embargo, es que la mayoría de la intervención está orientada a identificar y modificar un síntoma que es el resultado final de una larga línea de mal funcionamiento, esto es útil y este es el enfoque masculino, que tendemos a ignorar el ser y su original Intención que está manifestando su falta de armonía.
El trabajo de Mike intenta rectificar el desequilibrio centrándose en la sabiduría que reside en el corazón y no en el intelecto, que es residente en el cerebro. La biología moderna demuestra que embriológicamente el corazón comienza a desarrollarse en una posición superior y luego se envuelve gradualmente dentro de la protección de la columna vertebral y los tejidos blandos dejando el cerebro en la parte superior encerrado en su protección ósea. Muchos científicos ahora clasifican el corazón como el principal motivador más que el cerebro.
La neurociencia, la biología, la psicología combinada con la epigenética demuestran que nuestra salud e incluso nuestra identidad dependen de la relación entre la naturaleza y la crianza (los genes y el medio ambiente, lo masculino y lo femenino). La expresión de los genes y los genes que están expresando se rige por la relación que los genes tienen con la proteína en la que se sientan. Sólo utilizamos (expresar) un porcentaje muy pequeño de nuestro potencial genético en cualquier momento. La composición de este porcentaje, puede cambiar. Cambiar el contenido genético en sí, es una mutación pesada.
La crianza de los hijos, particularmente en los primeros años de formación, es sumamente importante, de hecho fundamental, para un resultado óptimo en términos de madurez. La necesidad principal es ser escuchado y celebrado. Cuando eso está presente, el feto y el niño crecen en seguridad.
Dondequiera que surja una patología, debido quizás a la falta de esas condiciones óptimas, entonces el hábil trabajador del cuerpo, que escucha y mantiene, está idealmente colocado para facilitar la recuperación de la salud. El modelo presentado por Mike esboza una ruta segura para la digestión y la modificación del trauma a un nivel muy profundo.
Para tener éxito en este trabajo nosotros mismos como practicantes debemos emprender un viaje de digestión de nuestros propios procesos. Es quizás el viaje más importante que podamos tomar.
Mike Boxhall. Mayo de 2016.